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¡Dichosos tus súbditos! ¡Dichosos estos siervos tuyos, que constantemente están en tu presencia y oyen tu sabiduría! ¡Y alabado sea el Señor tu Dios, que se ha deleitado en ti y te ha puesto en su trono para que lo representes como rey! En su amor por Israel, tu Dios te ha hecho rey de ellos para que gobiernes con justicia y rectitud, pues él quiere consolidar a su pueblo para siempre».

Luego la reina le regaló a Salomón tres mil novecientos sesenta kilos[a] de oro, piedras preciosas y una gran cantidad de perfumes. Jamás volvió a haber perfumes como los que la reina de Sabá le obsequió al rey Salomón.

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Footnotes

  1. 9:9 tres mil novecientos sesenta kilos. Lit. ciento veinte talentos.